Capítulo Ocho
Secuencias Rápidas
08-01 Introducción
as secuencias convencionales hacen que la RM sea una técnica lenta. Todas las secuencias clásicas de RM requieren tiempos de adquisición largos haciendo que, por ejemplo, la adquisición de una imagen espín- eco tarde entre cuatro y veinte minutos.
Figura 08-01: |
Las principales limitaciones que aumentan la duración de la adquisición son, por un lado, los tiempos de relajación largos y por otro, los valores esperados de relación señal-ruido y resolución espacial. Después de un período de 5 × T1 de un tejido, los espines casi se han recuperado completamente. Para obtener la señal óptima, se debería esperar a que este periodo pasase para volver a enviar un pulso de excitación. Por tanto, para adquirir imágenes en las que la recuperación del T1 durante el TR tenga poco efecto, se requieren TR relativamente largos, particularmente en equipos de alto campo donde el T1 de los tejidos es mayor a un segundo.
En el capítulo anterior, hemos visto que el tiempo t para adquirir una imagen se puede calcular con la siguiente expresión:
t = NGy × TR × NEX
donde TR es el tiempo de repetición; NGy el número de codificaciones de fase (número de líneas en la imagen, por lo general 256 en secuencias clásicas); y NEX el número de excitaciones (número de veces que se adquiere la imagen).
Si TR = 2 s, NGy = 256, y NEX = 2, el tiempo de adquisición asciende a 1024 segundos (es decir, 17 minutos y 4 segundos).
Estos tiempos solían ser los habituales en una secuencia clásica espín-eco T2. Como muestra la Figura 08-02, existen muchos parámetros que influyen en el tiempo de adquisición. Cuando alguno de estos parámetros cambia, el resto de parámetros también se ven afectados.
Obtener datos con mejor resolución espacial y misma relación señal-ruido, o mejor relación señal-ruido con la misma resolución espacial requiere, por lo general, más adquisiciones (NEX) y por tanto tiempo total de adquisición se ve penalizado.
Figura 08-02: |
Desde los inicios de la IRM, se han realizado muchos esfuerzos para acortar el tiempo de adquisición. La mejora en la relación señal-ruido de los datos, por ejemplo, se consiguió aumentando la intensidad del campo magnético. El equipamiento (en particular bobinas) y el software también se mejoraron. Las secuencias multi-eco y multi-corte utilizaban el tiempo disponible entre períodos de excitación para obtener múltiples imágenes pero hasta la década de 1990, los tiempos de adquisición medidos en segundos o incluso la IRM en tiempo real eran una mera utopía. A principios de la década de 1980, muchos físicos creían que las secuencias rápidas de IRM serían difíciles de implementar debido a las limitaciones asociadas a los tiempos de relajación. Los diversos segundos de recuperación después de cada excitación eran el principal obstáculo. Sólo a mediados de la década de 1980 se desarrollaron nuevas ideas sobre la manera de acelerar la adquisición de las imágenes.
Para facilitar la comprensión de las secuencias rápidas, hay que recordar algunas de las principales características de la IRM convencional. La obtención de una señal que contiene información espacial es el primer paso en una adquisición de IRM. El siguiente paso es la manipulación del contraste en las imágenes, que se consigue usando una determinada secuencia de pulsos. En general, la reconstrucción de la imagen y la secuencia de pulsos son independientes, de modo que cualquier secuencia de pulsos se puede combinar con cualquier técnica de reconstrucción. Para entender mejor estos procesos, vamos a suponer que la adquisición se realiza con una secuencia espín-eco 2D con excitación selectiva de uno o más cortes y que la reconstrucción se genera con una 2DFT para producir una imagen 2D.
La forma de la señal de IRM viene determinada por un gran número de factores, incluyendo la densidad protónica ρ, el T1, el T2, el flujo y la difusión. Con la preparación adecuada de los espines, podemos realzar la contribución de cada uno de estos factores. Las secuencias de pulsos básicas (espín-eco, inversión-recuperación) se describieron en el Capítulo 4 and Capítulo 6.
Estas secuencias de pulsos tienen que modificarse ya que la señal FID se pierde muy rápidamente y se necesita un mecanismo adicional para generarse un eco. Esto proporciona tiempo suficiente para que los otros gradientes que se utilizan en la codificación espacial (gradiente selector de corte y gradiente codificador de fase en una secuencia 2D) puedan utilizarse.
La secuencia espín-eco utilizada de esta manera produce una única imagen espín-eco, en la que los niveles de señal vienen determinados principalmente por el tiempo de repetición (TR) y el tiempo de eco (TE). Puesto que la secuencia se usa generalmente con un TR relativamente largo, se pueden recoger diferentes cortes para mejorar la eficiencia de la secuencia. Mediante la manipulación del TR y del TE, podemos inducir contraste en T1 y T2, respectivamente. Esto se discutirá en detalle en los siguientes capítulos.
El contraste T1 también puede obtenerse mediante la aplicación de un pulso de inversión (180°), esperar un tiempo (TI) y enviar el pulso de excitación (90°). Un pulso de 180° siempre invierte la magnetización en el eje z; además, cuando hay magnetización transversal, también la reenfoca, dando lugar a un eco de espín.
Para aumentar la cantidad de información recogida tras una secuencia espín- eco, se pueden aplicar una serie de pulsos de 180° y crear múltiples ecos. Normalmente, cada eco se almacena en bruto en una línea del espacio-k. Así, para n ecos, existirán n imágenes. Las secuencias multi-eco proporcionan imágenes con diferente contraste si se incrementa el TE. Las diferentes variantes de las secuencias espín-eco y su influencia en el contraste se verán en los siguientes capítulos.