18-02 Riesgos directos
Los riesgos directos están causados por el campo magnético estático que generalmente se establece en una elipsoide alrededor del isocentro de la equipo (Figura 18-03 y Figura 18-04). El rango de este campo marginal (fringe o stray field) depende de la intensidad de campo del sistema, del tipo de imán, y del tipo de apantallamiento usados.
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Figura 18-03: |
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Figura 18-04: |
Nunca hay que olvidar que las bandas magnéticas de tarjetas y otros dispositivos pueden verse afectadas por el campo, por tanto es conveniente mantenerlas alejadas del sistema.
Las líneas de campo que se generan alrededor del imán pueden penetrar estancias adyacentes. Esto puede interferir el funcionamiento de equipos electrónicos y puede suponer un potencial riesgo para las personas que transiten dentro de dicho campo. La línea de seguridad de 5 Gauss engloba una región espacial que las personas portadoras de marcapasos no deben cruzar. Esta región puede extenderse más allá de la sala de imán. La entrada a la sala de imán debe ser visible desde el puesto del operador. Además, deben poder visualizarse las señales de advertencia (Figuras 18-05a and 18-05b).
En este caso, las señales de advertencia o avisos similares deben estar situadas fuera de la sala de exploración, en estancias colindantes de la misma planta y en otros pisos arriba y abajo. Este peligro se ve mitigado en parte, por el apantallamiento de los imanes.
Resulta de especial interés para el observador que el límite de 5 Gauss es diez veces mayor que el campo magnético medio de la Tierra, pero más bajo que el campo magnético en los trenes eléctricos, como por ejemplo el metro (hasta 7 Gauss). Los campos medidos en la superficie de un teléfono son 35 Gauss y el de un auricular de audio 100 Gauss – y que en un tren eléctrico, próximo al motor, la intensidad de campo puede llegar hasta los 9000 Gauss (0,9 Tesla).
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Figura 18-05a: |
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Figura 18-05b: |
Los imanes de bajo o muy bajo campo magnético tienen un campo de influencia mucho más limitado, que en muchas ocasiones se limita a un metro desde el isocentro. En cambio, los equipos de alto campo pueden cubrir un radio de 15 o 20 metros, a menos que el imán esté fuertemente apantallado (cf. Tabla 03-03).
La formación constante de todo el personal implicado en la RM es vital. Toda persona que trabaje o necesite acceder a la habitación del imán (o habitaciones contiguas) debe considerar y conocer los peligros que existen. Esto incluye al personal de cuidados intensivos, mantenimiento, personal de limpieza, así como a equipos de bomberos. La mejor protección contra estos riesgos consiste en no permitir que personal ajeno a la exploración del paciente acceda a la sala del imán. Para ello, deben diseñarse las instalaciones para controlar y vigilar el acceso a la sala de exploración.
Como regla general, el acceso a la sala de imán debe limitarse al personal con formación o personal de apoyo a pacientes monitorizados, en cuyo caso deberán estar acompañados por personal entrenado que conozca e identifique los riesgos.