20-03 Primeras aplicaciones en medicina y biología
No fue sencillo encontrar un uso relevante para esta nueva técnica, y la medicina y biología quedaron un poco detras del escenario, aunque las raíces de la RMN in vivo en el campo médico datan de mediados de los años 50.
En 1955, Erik Odeblad (Figura 20-15) y Gunnar Lindström, de Estocolmo, publicaron sus primeros estudios de RMN, incluyendo mediciones de tiempos de relajación tanto de células vivas como de tejido animal extirpado [⇒ Odeblad].
Odeblad es el principal pionero de la RMN en medicina y puso los cimientos de la RMN y la IRM en biomedicina.
Figura 20-15: |
En 1952, mientras trabajaba en la Universidad de California en Berkeley, Odeblad conoció a Felix Bloch en Stanford. Le preguntó si podía utilizar su espectrómetro de RMN para estudiar tejidos humanos, pero la respuesta fue negativa: la RMN era una herramienta de físicos, no para investigar en fisiología, medicina o biología.
Odeblad regresó a Suecia – y obtuvo su propia máquina. Hacia 1950, Gunnar Lindström, del Instituto Nobel de Física en Estocolmo, había construido un espectrómetro. Odeblad lo adaptó y utilizó para sus aplicaciones biomédicas pioneras de RMN, in vivo y ex vivo. En Diciembre de 1954, publicaron sus primeros resultados (Figura 20-16).
Figura 20-16: |
Habían constatado que los diferentes tejidos tenían distintos tiempos de relajación, muy posiblemente debido al contenido en agua pero también a sus distintas uniones a lípidos - un fenómeno que explica el contraste de tejidos en la IRM. Odeblad siguió trabajando con fluidos y tejidos humanos durante las décadas siguientes, publicando alrededor de 60 artículos científicos sobre la RMN en tejidos y secreciones de las membranas mucosas humanos entre 1955 y 1968.
Erik Odeblad: El pionero olvidado.
Otros científicos se unieron a este campo de investigación. Oleg Jardetzky y sus colaboradores llevaron a cabo estudios de RMN del sodio en sangre, plasma y hematíes en 1956 [⇒ Jardetzky]. Bratton publicó en 1965 mediciones de T1 y T2 del tejido muscular vivo de ranas [⇒ Bratton]. Gran número de trabajos sobre la relajación, la difusión y el intercambio químico del agua en células y tejidos de todo tipo se publicaron en las décadas de 1960 y 1970. En 1967, Ligon reportó la medición de la relajación de agua por RMN en los brazos de sujetos humanos [⇒ Ligon]. Jackson y Langman publicaron, en 1968, las primeras señales de RMN de un animal vivo [⇒ Jackson].
A finales de la década de 1960, en la Universidad de Aberdeen (Escocia), Jim Hutchinson empezó a trabajar con la resonancia magnética del espín electrónico in vivo en ratones. Hazlewood expandió el trabajo de las mediciones de tiempos de relajación por RMN estudiando tejido muscular en desarrollo [⇒ Hazlewood 1969; 1971]. Cooke y Wein trabajaron en temas similares [⇒ Cooke]. Hansen se enfocó en estudios de RMN de tejido cerebral [⇒ Hansen].
Los grupos de investigación de Raymond Damadian (Downstate Medical Center, Brooklyn) y de Donal P. Hollis (Universidad Johns Hopkins, Baltimore) se involucraron en el tema a principios de los años 70. El grupo de Damadian midió los tiempos de relajación de tejido sano y tumoral extirpado de ratas, reportando que este último tenía tiempos de relajación más prolongados que el sano [⇒ Damadian 1971]. Fue una conclusión errónea, ya que los resultados no fueron reproducible y otros científicos no pudieron corroborarlos.
Donald Hollis y sus colaboradores llegaron a resultados contradictorios utilizando el mismo espectrómetro de RMN que Damadian. Fueron más prudentes y científicamente críticos, evitando reportar conclusiones falsas [⇒ Hollis]. No obstante, Damadian promovió sus hallazgos como la tecnología definitiva para el cribado del cáncer (escaneando - sin imágenes) y patentó su idea de un escáner hipotético de tiempos de relajación llamándolo "Aparato y método para detectar cáncer en los tejidos" [⇒ Damadian 1974] (Figura 20-17c). Nunca mencionó los hallazgos originales de Odeblad aunque admitió conocerlos.
Damadian estaba científica y médicamente equivocado tanto en su tecnología de cribado del cáncer como más tarde con su técnica de imagen unidimensional punto por punto (descrita alguna vez como "la estafa científica con mayor publicidad del siglo 20"). Sin embargo, sus trucos publicitarios, su auto-promoción colorida y exagerada y las masivas campañas publicitarias atrajeron atención y tuvieron un impacto sobre la investigación en RMN durante la década siguiente [artículos de revisión: ⇒ Harris; ⇒ Hollis; ⇒ Kleinfeld; ⇒ Fjermedal]. Damadian fue, como ocurre a menudo en la historia de los inventos, uno de los muchos que prepararon el terreno - aun si al final fue refutado.
En febrero de 1973, Zenuemon Abe y sus colaboradores aplicaron para obtener una patente de un escáner de RMN dirigido [⇒ Abe] (Figura 20-17b), la publicación de la técnica la hicieron en 1974 [⇒ Tanaka]. Dos años después, Damadian presentó una técnica similar denominada Fonar (RMN de campo de enfoque) que contenía una imagen por combinación de medidas unidimensionales: elementos volumétricos escaneados punto por punto a través de un ratón [⇒ Damadian 1976].
Ni esta técnica ni la de Abe fueron adecuadas para obtener imágenes de utilidad médica.
Figura 20-17: |
Figura 20-18: |
Como una estafa propulsó la ciencia:
"Tiempos de relajación azules – Relaxation times blues."
Las mediciones de flujo por RMN datan de 1951 cuando el primer experimento utilizando RMN por onda continua (CW) fue descrito por Suryan [⇒ Suryan].
En 1959, Jay Singer estudió el flujo sanguíneo por medio de mediciones de los tiempos de relajación en RMN de la sangre en humanos vivos [⇒ Singer]. Dichas mediciones no se introdujeron en la práctica clínica hasta mediados de los años 80, a pesar de que ya había aplicaciones para patentes por ideas similares, por ejemplo para un equipo de RMN para medir el flujo sanguíneo en el cuerpo humano presentada por Alexander Ganssen a principios de 1967 [⇒ Ganssen]. Esta máquina pretendía medir, utilizando pequeñas bobinas, la señal de RMN de la sangre fluyendo en distintos puntos de un vaso para así calcular el flujo sanguíneo dentro de ese vaso. Puede describirse como un escáner de RM (Figura 20-17a), aunque no era un aparato de IRM.